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domingo, 12 de julio de 2015

Mauricio Báez de los Santos: dió todo por la Patria

por: Luís Hernán Matos Mejía

Quien diría que ese niño que nació en Sabana Grande de Palenque San Cristóbal el 23 de septiembre de 1910, hijo de Daniel Báez y de Julia de los Santos, seria el dirigente Sindical mas grande de todos los tiempos de la República Dominicana.

Este niño creció, y siendo muy joven se trasladó a San Pedro de Macorís, donde trabajó en una Bodega del Ingenio Colón y luego como muellero en el puerto de esa ciudad. A principio de los años 1930 se inicia en las actividades sindicales como miembro activo del gremio, estimulando y organizando desde allí otros gremios laborales, hasta fundar la asociación local del trabajo la cual llegó a reunir alrededor de 30 gremios de trabajadores de toda la provincia de San Pedro.

El material humano y espiritual de Mauricio Báez, tiene características muy cercana a la de los grandes próceres de República Dominicana, ya que fue calificado por los que lo conocieron como un hombre valiente, integro e insobornable y con estos valores llegó a ganarse la confianza y el respeto de los trabajadores del Este, por cuya defensa sufrió prisión, exilio y finalmente la muerte.

Mauricio Báez se destacó de manera actica en la famosa huelga del 7 de enero de 1946, donde participaron los obreros de La Romana, organizados en la Federación Provincial del Trabajo y los de San Pedro de Macorís en la Federación Local, los cuales se lanzaron a una huelga por tiempo indefinido exigiendo aumento de salario y cumplimiento de las jornadas laborales de 8 horas, no de doce (12) horas, entre otras reivindicaciones.

Luego de tensas negociaciones la dictadura cedió y los obreros lograron entre otras reivindicaciones, un aumento general de salarios que en muchos casos sobrepasó el 100% del salario vigente en la época, el cumplimiento de las jornadas de trabajo de 8 horas, no de doce (12) horas y el pago de horas extras.

Todas estas reivindicaciones se consiguieron con esta huelga, que fue la primera hecha en el país a Trujillo en el 1946. Luego Trujillo aglutinó los trabajadores en la CGT, dirigido por sus acólitos, obligando a los trabajadores afiliarse. Después, todos los que participaron con Mauricio Báez de los Santos, fueron perseguidos por el régimen opresor hasta desaparecerlos de la faz de la tierra como le hicieron a Narciso González, en el gobierno del Dr. Joaquín Balaguer.

Esta persecución fue tan intensa que Mauricio Báez tubo que refugiarse en la Habana (cuba), para poder escapar de una muerte segura, pero fue en vano, porque el 8 de Diciembre de 1950 agentes encubiertos al servicio de Rafael Leónidas Trujillo, se presentaron en la casa número 8 de la calle Cervantes, en el reparto Sevillano en la Habana Cuba, secuestraron a Mauricio Báez, y nunca más se le volvió a ver.

La viuda de Mauricio Báez de los Santos, María Onelia Mueses Blondet (Doña Mirita), en entrevista realizada por el periodista Carlos Nina Gómez, del periódico el Caribe, de fecha 23/12/2011, dijo: “Dos de mis hijos: Pedro y Federico, fueron asesinados por Trujillo y no supe de su asesinato sino, dos semana después. El primero fue asesinado el día siete (7) y el otro el veintisiete (27) de julio del mil novecientos cincuenta y nueve (1959). Doña Mirita dijo también que estaba informada de que los calieses de Trujillo, estaban interesados en no dejar a nadie vivo de la descendencia de Mauricio Báez”.

Según Doña Mirita, las dos hijas que le quedaron de su matrimonio con Mauricio Báez, se salvaron de chepa, ya que los calieses de Trujillo se presentaron a su casa y preguntaron: ¿Quiénes son la dos muchachas que están con usted en la casa? La viuda de Mauricio Báez, fue muy cuidadosa al responder a los sicarios, cuando les dijo: “esas dos muchachas son trabajadoras de la casa”. Esa respuesta bastó para que los matones de Trujillo abandonaran la casa de los Báez y de esta manera Doña Mirita, logró salvar la vida de “Patricia Celeste y Olga Báez Mueses”, quienes hoy tienen 73 y 74 años, respectivamente, también serían asesinadas, pero la respuesta bastó para que los asesinos de Trujillo abandonaran la casa de los Báez Mueses y enfriaran sus mentes malditas”.

Según doña Mirita: Pedro Báez, su hijo mayor, fue siempre un rebelde, el cual emuló a su padre porque no escondía sus críticas contra la dictadura. Siempre se pronunciaba contra el régimen trujillista e incluso, según informes de la comunidad, hasta se comunicaba con dirigentes del gobierno cubano que había iniciado el 1 de enero de 1959, tras arribar al poder el comandante Fidel Castro Ruz.

“Pedro Báez, narra Doña Mirita, tenía una librería y era un joven que leía mucho y siempre le gustaba conversar sobre los asuntos de la política. Mientras que Federico, quien trabajaba en la ferretería “El Marino”, en la avenida Mella esquina José Martí, en Ciudad Trujillo, era un muchacho tranquilo que casi no hablaba. Federico siempre estaba dedicado a su trabajo y nunca se metía en nada”.

“Pero mi adorado hijo (Federico), antes de ser asesinado, al igual que su hermano Pedro, fue torturado en la cárcel de La 40, por agentes del SIM (Servicio de Inteligencia Militar, organismo represivo del régimen) los cuales se propusieron apresar a Pedro porque ya habían sido informados de sus ideales democráticos los cuales eran contrarios a la dictadura de Trujillo. Lo persiguieron hasta que lo mataron y lo mismo hicieron semanas después con Federico”.

Doña Mirita puntualizó al final de la entrevista: “Somos la familia de Mauricio Báez, y pasamos por momentos muy difíciles”. Patricia Celeste intervino cuando su madre derramaba algunas lágrimas y dijo: “La viuda tiene 20 nietos, 11 biznietos y tres tataranietos. Prácticamente no olvida los acontecimientos que se registraron durante los aciagos momentos que vivió su esposo Mauricio Báez”.

En esa misma entrevista, se pudo apreciar que Patricia Celeste, Olga y su madre Doña Mirita, atraviesan por una difícil situación en el plano económico. Lo que nos hace preguntar ¿Por qué la familia de ese hombre que lo dio todo por la Patria, no tiene una atención especial de parte del Estado dominicano?

Juan Ramón Gómez Díaz, ha dado ejemplo con las ayudas que le ha dado a esta familia, con electrodomésticos, así como la construcción de una casa pasa la familia de Mauricio Báez. Ese humanismo me llenó de emoción y escribí un articulo hasta con unos versos, que tal vez algunos al leerlo lo cataloguen como de limpia polvo, pero no es así. Solo quise decirle con este gesto a Juan Ramón Gómez Díaz, muchas gracias por mí, mi familia y por todos aquellos dominicanos que no pueden acezar a los medios para darle las gracias por lo que hizo por la Viuda de Mauricio Báez y sus dos hijas. Gracias de todo corazón otra vez.

Es propicia la ocasión, en virtud de lo expuesto en este articulo, para hacerle un llamado al excelentísimo señor Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina Sánchez, y por este medio recordarle que es hora de hacer lo que nunca se ha hecho por la FAMILIA del Insigne, ilustre, benemérito, conspicuo, hidalgo y eximio Mauricio Báez de los Santos. Esta es una deuda que tiene el pueblo dominicano con esta familia, ya que este hijo meritísimo lo dio todo por la patria y hoy por hoy ocupa un lugar sagrado en las mentes de los dominicanos/as, en las páginas gloriosas de nuestra historia al igual que Duarte, Sánchez, Enriquillo, Luperón, Caamáño, Juan Bosch, Peña Gómez y otros que con su sangre y sacrificios lo dieron todo en aras de que seamos felicessssssssssss, en plural.

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